«Un colegio no es sólo un conjunto de ladrillos que dan forma a un edificio o, en este caso, varios edificios y tres etapas educativas. Un colegio debe tener alma y tú, Iván, has impregnado este colegio de tu espíritu, de tu forma de ser, has soñado un colegio gobernado por el respeto, la cooperación, la generosidad en el esfuerzo, el hoy por ti y mañana, si lo necesitas, otra vez por ti, gobernado por la confianza en el talento, el aliento a la iniciativa, con unos pilares educativos y una manera de dirigir que hicieran de este colegio, un centro educativo de prestigio, reconocido y valorado.
Pues, efectivamente, lo has soñado y lo has conseguido».
Gracias por vuestro esfuerzo, dedicación, profesionalidad, humanidad, cariño, empeño… Dejáis una gran huella.